martes, 30 de junio de 2009

suele ocurrir

Hoy te levantaste sin orejas el mundo haciendo ademanes sin que se oyera nada
Hoy te levantaste y te miraste al espejo y no estaba el diablo
Hoy te levantaste con hojitas de los sueños en los pelos
Hoy te levantaste a la mañana en tu habitación y cantaste canciones de gallos
Hoy te levantaste con el corazón cardíaco
Hoy te levantaste y un duende se había robado todas las cucharas
Y en silencio tomaste un papel y escribiste buen día palabras
Hoy te levantaste celestial y terrestre y despeinado y con cara de naipe
Hoy te levantaste herido de un amor que no fue, buscando vendas en los cajones/ sangrando lo que no se ve
Hoy te levantaste a fumar, te levantaste a acostarte a llamar a alguien te levantaste durmiendo
Hoy te levantaste y el circo todavía estaba allí con su elefante pianista y su vendedora de fotitos tristes
Hoy te levantaste y ese gran foco monumental alzándose sobre todos los techos
Te levantaste y el reloj te estaba esperando con cara de patrón
Hoy te levantaste solo y olvidaste el alma entre el bollo de ropas y de sábanas

Hoy te levantaste raro, con los zapatos temblando

Hoy te levantaste un poco argentino
Te despertaste y estabas en medio de la nada, en calzoncillos buscando el encendedor
Hoy te levantaste con algo de estremecimiento y algo de recaída y algo de sentimiento y algo azul y una calcomanía en el pulóver
Hoy te levantaste como un gato a buscar alimento en los rincones
Hoy te levantaste como todos los días pero no como todos los días
Hoy te levantaste impregnado de adentrismo y de locura/ calentaste el agua
Tomaste un mate/ abriste las ventanas y los ojos
Y aparecieron los pájaros
Que te levantaron más
Y te volaron/ te llevan en el aire
A otra parte.